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MOVIMIENTOS AMBIENTALISTAS ¿ACASO QUIEREN QUE NO TENGAMOS HIJOS?

 


Alejandra Hernández León
10.06.20

Los movimientos sociales han cambiado, los temas se han transformado, y cada día entran, surgen y nacen nuevas luchas con el sueño de crear un mejor mundo.  Las luchas, los actores y las maneras de manifestarse ahora se mueven en el mundo de las redes sociales. Los movimientos ambientales se han visto impulsados notablemente por este medio, y por el mundo corren imágenes de marchas y manifestaciones ambientalistas. El movimiento ambientalista ha conseguido expandirse notoriamente. Cada vez se pueden ver más rangos de edad y grupos de todo tipo.

Las familias, estudiantes de universidades, escuelas, comunidades, científicos y personas del común apoyan el movimiento aunque tengan diferentes razones para hacerlo. Dentro de las luchas está: el fracking, el deterioro ambiental, el plástico de un solo uso, la extinción masiva de especies, políticas del gobierno más comprometidas con el ambiente y la lucha por concientizar acerca del impacto ambiental de la población. Además, existen iniciativas que promueven disminuir la cantidad de hijos que tenemos o incluso plantean no tener hijos con el objetivo de reducir el impacto ambiental de la humanidad.

Movimiento e iniciativas no hijos 

Los movimientos que abogan por no tener hijos no pueden ser vistos de manera homogénea, pues cada movimiento tiene razones o motivaciones diferentes. También, varía el radicalismo de sus posiciones, lo que permite encontrar desde movimientos que buscan una reducción gradual de la población sustentada en el cumplimiento de los derechos reproductivos hasta grupos que buscan la extinción masiva como solución definitiva. 

“Los Ginks no necesariamente tienen prácticas de vida ecológicamente responsables, como llevar dietas bajas en proteína animal, reducir su número de vuelos o dejar de usar el automóvil, pues resulta más eficaz no tener hijos y seguir manteniendo su estilo de vida”.

El primero de estos grupos son los Ginks, “Green Inclinations, No Kids”.  Esta subcultura recoge a personas entre los 18 y 43 años. Las personas pertenecientes a este grupo creen firmemente en la idea de no reproducirse para evitar el impacto de carbono del hijo y el deseo de no someter al nacido a la contaminación, el deterioro del mundo y la disminución de la biodiversidad. Sin embargo, los Ginks no necesariamente tienen prácticas de vida ecológicamente responsables, como llevar dietas bajas en proteína animal, reducir su número de vuelos o dejar de usar el automóvil, pues resulta más eficaz no tener hijos y seguir manteniendo su estilo de vida. Los Ginks se encuentran en todo el mundo pero están más concentrados en Europa y Estados Unidos.

Otro grupo surge del Climate Strike Canadá. La iniciativa empieza con Emma Lin, una activista y estudiante universitaria canadiense que al ver la inacción frente al cambio climático, y después de leer el Panel Intergubernamental sobre el cambio climático, decidió tomar acción y reunirse con un grupo de amigos, conformando más adelante el Climate Strike Canadá. Rápidamente empezaron a recoger firmas y al momento de entrar al link del proyecto se lee “firme aquí para prometer que no tendrá hijos hasta que el gobierno promulgue políticas para garantizar Un futuro ecológico viable”. Actualmente, el número de firmas recolectadas hasta ahora son más de 5.000. 

Conceivable future es otra red que busca concientizar sobre la amenaza que representa el cambio climático para la justicia reproductiva. Esta red cree que al contar experiencias, en donde el cambio climático afecta sus vidas reproductivas, impactará en la agenda pública. En su página web se lee “Nuestro objetivo es construir relaciones con un amplio espectro de organizaciones asociadas mientras luchamos por la justicia climática”. Estas relaciones lograrán conectar personas y asociaciones, pero también historias, experiencias y sentimientos en un lugar común donde se crea algo más grande, una comunidad con un objetivo común. Sus acciones principales son testificar en organizaciones ambientales,  conferencias como la COP21, en periódicos y noticieros principalmente en Estados Unidos.

“Para este grupo (VHEMT) los seres humanos son los culpables del cambio climático y la única manera de hacer justicia es por medio de la extinción”.

El movimiento por la extinción humana “VHEMT”, exige la lenta desaparición de la raza humana por medio del cese voluntario de la procreación. El movimiento fue creado por un profesor estadounidense llamado Les U. Knight. Su iniciativa busca la extinción de la humanidad para evitar el hacinamiento y la escasez de recursos, pues estos se reducirán junto con la disminución de la densidad poblacional. Para este grupo los seres humanos son los culpables del cambio climático y la única manera de hacer justicia es por medio de la extinción.

El antinatalismo es tal vez una de las ideologías más conocidas dada su vieja data, pues su origen se remonta a la antigua Grecia. Hegesias de Cirene defendió esta idea en el siglo III a.c. El filósofo árabe Al-Ma'arril, Schopenhauerr avalan este tipo de ideas e inclusive existe la creencia de que Buda era antinatalista. Aunque el la ideología antinatalista persiste, es importante entender que estos autores la defienden por razones más filosóficas que ambientales. En realidad el movimiento antinatalista ecologista ha tomado fuerza en la actualidad por las condiciones actuales y futuras de la vida en la tierra y ha hecho uso de las redes sociales como medio de propagación.  

El antinatalismo ecológico sostiene que traer hijos biológicos no es ético,  Audrey García entrevistada por BBC, da cuenta de esto: “Creo que no es ético tener hijos biológicos. No lo es en un mundo sobrepoblado donde falta agua y comida para muchas personas, donde estamos destruyendo el medio ambiente, donde no paramos de consumir más y más recursos. No lo es cuando se puede adoptar o acoger”. Esta postura genera mucha controversia, ya que consideran la existencia del ser humano como algo sin propósito. 

Sin embargo, este movimiento no puede ser acusado de violento, pues se da más como un debate y no incurren en actos agresivos, ya que uno de sus principios considera que “crear o destruir la vida requiere el consentimiento de la persona que nacerá o morirá”. Así, la decisión de tener hijos debe ser voluntaria y propia de cada persona, aunque apoyen que esta es la mejor decisión tanto como para el humano como para la tierra.

“También entienden al alma como una potencial fuente de sufrimiento, la explosión demográfica como la causa de la opresión y la tortura, además de criticar fuertemente la decisión de traer a la vida a otro ser humano”.

Del antinatalismo se desprende el antinatalismo radical. En su manifiesto apoyan la idea de “renunciar a la procreación para evitar sufrimientos y muertes”. También entienden al alma como una potencial fuente de sufrimiento, la explosión demográfica como la causa de la opresión y la tortura, además de criticar fuertemente la decisión de traer a la vida a otro ser humano, pues según ellos es un acto egoísta el decidir sobre la existencia de alguien más, sin considerar el sufrimiento que le pueden causar al exponerlos al dolor que causa el mundo. Actualmente, un  grupo de Facebook llamado "antinatalistas muy enojados" ha compartido una petición titulada  "La superpoblación como origen de la catástrofe climática: detener los nacimientos en el mundo ahora" y esperan enviarla a las Naciones Unidas. En este momento cuentan con 27.000 firmas.

Births strike, una comunidad en línea, declaran su “decisión de no tener hijos debido a la gravedad de la crisis ecológica y la inacción actual de las fuerzas del gobierno frente a esta amenaza existencial”.  Este grupo no se niega necesariamente a la idea de tener hijos, es más bien una comunidad a la que le preocupan las condiciones de vida y buscan una acción del gobierno. En este sentido, no buscan la extinción de la humanidad, en realidad esperan que el gobierno actúe y que la situación mejore para procrear. 

Birth Strike

 

Population Matters es una organización benéfica que busca lograr una población humana más sostenible,  evitando la idea de una extinción completa de la raza humana”.

 

For a sustainable future

Otras iniciativas no llegan al extremo de pensar en la extinción de la especie humana como la solución. Population Matters es una organización benéfica que busca lograr una población humana más sostenible,  evitando la idea de una extinción completa de la raza humana. Para ellos el acceso universal a la planificación familiar y a la salud sexual reproductiva ya es suficiente para reducir la tasa de fertilidad global un poco más por debajo del nivel de reemplazo, pues las parejas solo tendrían hijos deseados. Estiman que la reducción de emisiones de gases efecto invernadero estarían entre un 17% y un 24% en lo restante del siglo.

En Colombia no hay un grupo consolidado que defienda estas ideas. Algunas personas pertenecientes a grupos ambientalistas consideran estos pensamientos pero no existe una organización que los reúna. Es probable que muchos de estos movimientos continúen tomando fuerza, pues existe mucha incertidumbre frente al futuro de la humanidad. A pesar de esto, algo es claro: las exigencias ambientales van en aumento pues se están buscando nuevas maneras de hacerle frente a la crisis climática.

Jessica Friebe

Editora

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Contenido gráfico

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Editora Web

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