En Colombia, existe la problemática de un alto número de criaderos que comercian con cachorros que sufren enfermedades virales, muchas veces mortales. Sin embargo, la visibilidad de esta problemática es casi nula.
Los padres de Oscar Ramírez consideraron que el mejor regalo para su cumpleaños número 12 podría ser un futuro compañero de vida para su paso a la adolescencia. Se dirigieron hacia un criadero a las afuera de Bogotá, una casa de vereda con patio grande y muchos perros. En ese momento se fijaron en un schnauzer bastante tierno y decidieron comprarlo por cuatrocientos mil pesos.
Oscar se encontraba bastante emocionado, pues quería un perro desde hace tiempo, pero en el carro, de camino a su casa, el perro casi no reaccionaba, parecía estar soñoliento, muy tranquilo, hasta que en los primeros días en su nuevo hogar le dio diarrea, y no podía moverse bien. El veterinario se dio cuenta que a Oscar le habían entregado un perro contagiado con moquillo, por lo cual decidieron devolverlo.
La historia también es similar a la de Daira Sáenz. Ella se dirigía a la avenida caracas con 53 con su familia para conseguir un cachorro en la tienda que aparentemente le brindaba más garantías. No obstante, la familia de Daira nunca se imaginó que el perro estaba sufriendo debido al parvovirus. La familia con mucho dolor y sin saber que hacer, decidió devolver al cachorro.
El moquillo y el parvovirus son las enfermedades caninas habituales en los cachorros. Los síntomas del parvovirus son: una gastroenteritis hemorrágica, la cual termina lastimando todo el intestino y no permite que este obtenga todos los nutrientes de la comida que se consume. Asimismo, viene acompañado con una gastritis severa. La enfermedad se puede contagiar a través de la materia fecal y tiene un índice de mortalidad muy alto, del 50 %, aproximadamente, debido a que este disminuye las defensas de los perros.
Por otro lado, el moquillo principalmente se contagia por medio de los estornudos y mocos y tiene tres fases: la primera es una fase gastrointestinal: los perros sufren vómitos, diarreas y bastante deshidratación; la segunda fase es respiratoria: empieza la secreción nasal y puede terminar en una neumonía; la tercera y última fase: es neurológica. En ese punto, la solución que dan los veterinarios es la eutanasia. “Diría que un 80% de los perros con moquillo fallecen y los que lo logran quedan con secuelas”, comenta Adriana López, médico veterinaria con más de 10 años de experiencia.
Las anteriores enfermedades son más propensas a desarrollarse en estos criaderos dadas las condiciones “irresponsables” en donde suelen tener a los cachorros. Suelen poner a la madre a dar crías durante casi todo el año, no se cuenta con un buen esquema de vacunación ni desparasitación y muchos menos de ningún tipo de cuidado. A las madres se les cría con comida de baja calidad y a los clientes no se les permite conocerlas
Se contactó con distintos criaderos que tenían denuncias en redes sobre entregas de cachorros enfermos, pero solamente respondió uno, el criadero Animalitos Asombrosos ubicado en Cl. 66a #77-17 en Bogotá,. Su respuesta fue: “sus fuentes están diciendo mentiras, fíjese en las grandes empresas y verá que solo tienen malos comentarios, por lo cual es normal los supuestos ataques”.
Lo que tienen de común el caso de Oscar y Daira, con él de muchos más casos, es que hubo un manejo irresponsable por parte de los dueños de los criaderos, además de que no realizan la devolución del dinero a primera instancia, sino que ofrecen otro perro a cambio, donde se ve al animal como un objeto, y no como un ser vivo, esto a causa de cómo los vendedores manejan el negocio de estos animales.
Esto se genera gracias a un contrato que los criadores hacen firmar a sus clientes, en dónde se establece que se hace cambio de la cría por otra sin devolución del dinero, como si se cambiara un objeto dañado. Además, que no se puede llevar a otra veterinaria en el transcurso de 8 días o si no pierde la “garantía”.
Julián Tarquino, coordinador del escuadrón anti-crueldad animal desde el 2017, dice que este “contrato” es un abuso de esos criaderos contra la ignorancia de las personas en este tema y hace la invitación a las personas que pasaron por un caso similar a ir a la superintendencia de comercio e interponer ahí el caso.
También menciona la necesidad de ir a la fiscalía e interponer la denuncia por maltrato animal que es la ley 1774 de 2016, que sirve para proteger a los animales y puede resultar en una multa de 5 a 50 salarios mínimos mensuales para el criador. Si el perro muere puede existir una condena con privación de la libertad, prohibición de tenencia de animales y trabajos relacionados de 1 a 3 años.
Como solución, muchas fundaciones recomiendan dejar de comprar y empezar a adoptar, pero inclusive los refugios no se salvan de tener cachorros enfermos, como le pasó a Juanita Coral. La Fundación Voz Animal le entregó una cachorra con una gripa que resultó ser moquillo, aunque después de un tratamiento homeopático extenso, largo y costoso le lograron salvar la vida a Nala.
Frente a esto María Cristina Calderón, de la Fundación Voz Animal, respondió que a ellos como refugio les es frecuente el abandono de perros enfermos provenientes de criaderos a la entrada del sitio, por lo que se les dificulta el control de enfermedades.
La fundación ha hecho un esfuerzo para poder contar con uniones de veterinarios dispuestos a ayudar. También menciona que la función principal de la fundación no es la adopción, sino la castración responsable y que en los 12 años que lleva funcionando ha logrado castrar más de cien mil perros y denuncia que ha recibido amenazas a causa de su labor al hacerle contra a ciertos criaderos. “Cuando hay plata también habrá muchos enemigos”, recalcó.
Por otro lado, Tarquino dice que es muy difícil hacerles seguimiento a los criaderos, ya que no hay ninguna normativa sobre la crianza de cachorros "lo único podría ser lo que dice el código de policía que es la ley 1801 pero que es exclusiva para las razas catalogadas como peligrosas" y esta es la razón por la que hay muchos tipos criaderos sin ningún tipo de vigilancia.
En visto que no existen datos sobre la cantidad de perros que son entregados con enfermedades, Tarquino menciona que solo se pueden utilizar las aproximaciones de los veterinarios y él usa como ejemplo su experiencia sobre los sitios ubicados en la Caracas, lugares caracterizados porque los cachorros son destetados muy pronto, no tienen dientes, ni sistema inmunológico y, además, son puestos en contacto con muchísimos otros perros, lo cual aumenta la probabilidad de contagio.
“En esta zona pueden salir fácilmente en unos meses de 20 a 30 cachorros por establecimiento y hay 52- lo que indica que es probable que haya aproximadamente 1040 cachorros enfermos, solamente en esa zona de Bogotá durante un momento corto del año” expresó Tarquino.
Uno de los motivos por los cuales la secretaria distrital de bienestar animal no podía tener un control grandes, además de los vacíos legales, es que los operativos generados por el escuadrón anti-crueldad animal dependían de la disponibilidad de otras entidades, tipo policía.
Aunque esto cambió a partir de mitad de este año, gracias a que ya le brindaron a mitad de este año las aptitudes de control y vigilancia por lo cual la secretaría tendrá la posibilidad de hacer operativos propios. De igual manera, el objetivo es aumentar el número de 3 o 4 operativos al año, por muchos más, con el fin de velar por la vida de todos los animales usados para crianza.
Al final Tarquino menciona que hace falta un proceso de regulación y registro frente al tema de crianza de mascotas para velar por el cumplimiento de un ambiente adecuado con todas las condiciones necesarias que garantice el buen estado de los animales.
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